Puchero de Pulpo de Moraira

Pintura de M. G. Granell Moraira 1985.

Siguiendo con la tarea de rescatar del olvido autenticas joyas culinarias alicantinas, nos encontramos en esta ocasión ante un exquisito y sorprendente plato.
" En tierras marineras como esta coger pulpos ha sido practica tradicional a lo largo de los tiempos, entre otros motivos porque el pulpo, roqueño el, se tuvo siempre a mano, siendo ademas " apaño " de gentes modestas. Véase como ejemplo, que en Benissa (población próxima a Moraira)  hay un dicho popular que reza así: En Benissa polp i missa.

LA RECETA: ( Para cuatro personas )
Un pulpo de kilo y medio (con la tinta).
Cuarto de kilo de judías blancas o garbanzos.
Un nabo
Una Chiribia
Una Carlota
Dos Pencas
Media Col
Una cebolla grande
Una cabeza de ajos
Un par de hoja de Laurel
Tres patatas medianas
100 gramos de Tocino entreverado
400 gramos de arroz
Una cucharita de Pimentón.
Unas ramitas de Azafrán.

Se limpia y se trocea el pulpo, se sofríe añadiendo las judías (previamente a remojo) que también sofreiremos adicionando el pimentón y las verduras, removiéndolo todo. Con la olla a presión se requiere 45 minutos de cocción. Las patatas hay que ponerlas prácticamente al final.
Finalizada la cocción, se añade el arroz en una paella o en una cazuela el cual sofreiremos un poco con aceite ( ocho cucharadas de aceite ) y dos o tres dientes de ajos. Acto seguido añadiremos solamente el caldo de la olla y lo dejaremos cocer a fuego lento unos 15 minutos.
Para servir, primero el arroz y luego se le añade el resto del puchero que teníamos reservado en la olla.

 ! BUEN PROVECHO !
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Moraira años 50

Accidentado comienzos del Edificio Carbonell de Alicante

El edificio Carbonell fue proyectado y construido por el afamado y genial arquitecto alicantino Juan Vidal Ramos entre 1918 a 1920, a petición del adinerado industrial alcoyano Enrique Carbonell, enriquecido durante el conflicto bélico de la Iª Guerra Mundial y que disfrutaba de largas temporadas en la  bella ciudad de Alicante.

                                Edificio Carbonell

El 12 de marzo de 1924 se inaugura la linea aéreomaritima Alicante-Oran por medio de un hidroavión tripulado por Vachet (piloto), Gauthier (mecanico) y Munar (Radio). La cual uniría las dos ciudades de manera regular. 

     Playa del Postiguet

En un caluroso día del verano de 1925, la aeronave al realizar su proximidad a Alicante comenzó de manera inexplicable ha realizar una serie de maniobras incontroladas, las cuales, hicieron precipitar al hidroavión de manera inesperada contra la azotea y cúpula oriental del edificio Carbonell, falleciendo en el acto el piloto Luis Mingot de 28 años, poco después  fallecería Manuel Salvador (radio), quien se lanzo al vació instantes antes de la colisión.

    Trayectoria del hidroavión

                   Recorte de prensa de la epoca

    Restos del fuselaje en la azotea del edificio Carbonell

    Restos del fuselaje esparcidos por el Paseo de los Mártires

    Restos del fuselaje esparcidos por el Paseo de los Mártires

    Cúpula Oriental

   

Arroz con Calamares de Tabarca

Con esta maravillosa receta inauguro un nuevo espacio dedicado a la búsqueda de recetas antiguas de la gastronomía alicantina llenas de sabor Mediterráneo que nos transporta a  otros tiempos en donde lo natural, el sosiego y la sencillez eran las únicas  herramientas.

Recientemente halle el libro titulado " Gastronomía Alicantina " publicado en 1959 por Jose Guardiola Ortiz, en dicha obra recoge un sinfín de recetas curiosas con mucha sabiduría local, narradas a la antigua usanza.

Cuya receta transcribo literalmente:

" Tabarca es una interesante isla que tiene un modesto caserío, una almadraba para la pesca de atún, un faro, una iglesia y cuatro aljibes. Cuando escasea la lluvia, el conflicto es grave. Su campo, plantado de cebada, lo siega un hombre en un día; los guisantes que produce son muy apreciados. Los Tabarquinos viven todos de la pesca, y los platos que que con ella condimentan, sabrosisimos.
De Tabarca guardo gratos recuerdos gastronomicos, que espero les llegue el turno de ser relatados; pero hoy viene a cuento el siguente:
Un dia de excursion, varios amigos esperábamos la hora de comer; en el interior de la casa en que nos hallábamos salia un tufillo que aguzaba nuestro apetito. Llevado de mis aficiones, y para dar un poco de prisa, me asome a la cocina y pude ver diversos platos ya dispuestos para servir; pero habíamos de comenzar por un arroz con calamares. 
Bajo el toldo de un patio inmediato, cuatro mujeres se hallaban al cuidado de otras tantas calderetas en el que el arroz marchaba. Me acerque a la mas inmediata, una viejecita  que picaba azafrán y ñora; sobre un anafe con carbón vegetal tenia su correspondiente caldereta.
- ¿ Que apuesto usted?- le dije.
- Pues mire- me contesto en valenciano-; he sofrito unos ajos tiernos, dos docenas de calamares , menos que medianos, con su tinta, y un kilo de arroz.
Lleno de agua el mortero, removió bien su contenido y , pasándolo por colador, lo vertió en la caldereta; después, con cuchara de palo, mezclo concienzudamente y lo tapo.
Le hice observar que había puesto poco caldo y que el arroz no debe taparse, limitándose ella a mirarme sonriendo. Poco después vi, asombrado, que, tanto mi interpelada como las otras mujeres, de vez en cuando destapaban la caldereta, vertían un poco de agua y rascaban con la cuchara de madera el fondo de la vasija. Ya no pude contenerme  e increpe a la viejecita, que, sin inmutarse, me replico:
- Cuando lo pruebe, si no le gusta, no lo coma.
Hay que advertir que el arroz, si cuece tapado, fácilmente se  engancha, que el caldo se pone todo de una sola vez; pero si falta para que acabe de cocer, se añade del mismo caldo, o, si no queda, agua, pero siempre hirviente.
Pues bien; al sentarnos a la mesa y probar el arroz, que, como aquí decimos, estaba meloset, me encontré con que estaba superiorisimo.
Esto prueba que, cuando se saben hacer las cosas, pueden impunemente saltarse a la torera aun las reglas mas fundamentales dictadas por los maestros.

! Que aproveche !

Finestrat, entre el Cielo y el Mar

Situada a los pies del Puig Campana y a orillas del mar Mediterráneo. Esta pintoresca localidad de calles tranquilas y amables gentes, guarda con recelo el paso del tiempo.

Calpe, Molino del Morelló

Torre del Molí o Molino del Morelló. Es un claro ejemplo de los molinos harineros de la Marina Alta. Es obra de mitad del siglo XIX , fue construida con gruesos muros de piedra viva trabajada y abundante mortero de piedra. Posee planta circular con dos alturas que alcanzan en la actualidad un total 7 metros de altura. 

Con toda probabilidad, en el mismo lugar hubo, en el siglo XVI y XVII una torre vigía que guarnecía a la población de Calpe de incursiones de piratas, como así lo demuestra una carta náutica de 1705 realizada por el capitán de navío John Gaudy . Llama la atencion que en sus paredes interiores se descubriese un graffiti de un barco de tres palo y diversas velas, dos de las cuales son latinas.

http://www.historiadealicanteenpapel.com/2011/07/carta-nautica-de-la-bahia-de-altea-de.html

fragmento cartta nautica de 1705

Imagen tomada a comienzos del 1900

Años de 1940

Años de 1960

2014

Un paseo por el Casco Histórico de Villajoyosa 2014

La fundación como ciudad cristiana, con el nombre de La Vila Joiosa (que en valenciano significa Villa Alegre), se produjo en el año 1300 por Bernardo de Sarriá, con una clara finalidad estratégica frente asiduos ataques marítimos
Una de las características de este barrio de origen marinero es el colorido de sus casas que forma un autentico despliegue de colores combinados con gran acierto y gusto.

La Isla de la Nueva Tabarca en la década de los años 30

La nueva situación política y estratégica de finales del siglo XVIII y principios del XIX obligó a importantes cambios en los objetivos de España en el mar Mediterráneo, eso significo una reducción drástica de la importancia militar de la isla, reduciendo a la mínima expresión el número de la guarnición. Y por si fuese poco, en 1835, con la implantación del sistema constitucional se retiraron todos los privilegios y exenciones de que disfrutaban los tabarquinos. En el Diccionario de Madoz (1845-1850) se describe Tabarca ya en una fase de un importante declive:

Para gobierno de la pobl[ación] y de la isla háy un alc[alde] p[edáneo] dependiente del ayunt[amiento] de Alicante, nombrado por el Gefe Político, un gobernador ó comandante militar, y un alc[alde] de mar, que nombra el comandante de la marina de la prov[incia]. Está edificada con regulares murallas y un espacioso cast[illo] llamado de San Pablo [...] Comprende unas 100 casas habitables, sobresaliendo entre ellas la del gobernador y la del cura; se hallan todas en mal estado, y se distribuyen en 2 calles principales, 6 callejones y una plaza cuadrada [...] con un algibe á cada lado. Sirve de cárcel una torre sit[uada] á 300 varas de dist[ancia] de la c[iudad], en la que hay ademas una igl[esia] parr[oquial] (San Pablo) [...] El comercio es nulo; solo tiene 7 pequeñas tiendas de comestibles que proveen el pueblo de lo necesario á la vida, y un horno que abastece el ramo del pan. Pobl[ación]: 100 vec[inos], 500 alm[as] [...]
Diccionario de Madoz

La guarnición, junto con el gobernador, abandonó la isla en 1850, momento en que empieza realmente el declive de la isla, que no se recuperaría hasta bien entrada la década de 1960. En 1854 se inauguró el faro, que llegó a ser escuela de fareros.